Abrir una cuenta empresa: mi experiencia

Hace poco me pasó algo que seguro varios de ustedes ya vivieron: abrir una cuenta empresa de forma digital. Uno pensaría que es rápido… pero no siempre lo es.

Primero lo intenté con Banco de Chile.
Me pedían varios documentos del Conservador de Bienes Raíces, pero el nombre que solicitaba el banco no coincidía con el que figuraba en el Conservador. Después de varias vueltas, logré pedir los papeles, tenía que esperar dos horas para que llegaran y cuando al fin los recibí… me encontré con que la plataforma solo funcionaba para empresas creadas en Empresa en un Día. Como la mía es tradicional, la única opción era ir presencialmente al banco.

Luego probé con Scotiabank.
Ya tenía toda la carpeta armada, pensé que esta vez sí iba a ser fácil. Pero después de subir la información y validar mis datos, la página simplemente no avanzaba. Tuve que reiniciar el proceso varias veces y nada.

Al final llegué a Global66.
Y aquí fue otro mundo. El proceso fue ágil, claro y sin tanta burocracia. Me faltó subir la parte posterior de mi RUT y, en vez de trabar la solicitud, un ejecutivo (Daniel Pérez) me llamó directamente para avisarme. Le mandé el documento por mail y listo, la cuenta quedó habilitada en minutos.

Lo que me gustó de Global66:

1. Sistema fácil de usar, sin tanta fricción.

2. Seguimiento real: fueron los únicos que me llamaron para ayudar a completar el proceso.

3. Menos papeles y trámites innecesarios.

4. No tiene los topes de abonos de 7,5M como en Banco de Chile o Scotiabank.

5. Proceso ágil y humano: tecnología simple + soporte de verdad.

Como emprendedores, lo último que necesitamos es perder horas en trámites. Una cuenta empresa no es un lujo, es una necesidad para separar finanzas personales del negocio y tomar decisiones con claridad.

Global66 entendió algo que los bancos todavía no: los emprendedores no necesitamos más trabas, necesitamos aliados que simplifiquen.